Mire compadre Lucas, entonces
le cuento lo que pasó ayer con su comadre Concha, no compa, no hay necesidad de
bajar del caballo y relatarlo a la sombra de un árbol, no, sigamos cabalgando
que la noche no se hará tardada y debemos llegar al pueblo a entregar el
polvito. Pos le decía, compadre, lo que
en su pobre casa aconteció. Llevábamos varios meses que ni uno ni otro nos dábamos
calor mutuo después de apagar la lámpara de la pieza, mi sorpresa fue que la Concha tomó la iniciativa
y se atrevió a hacerlo, de repente aprecié su aliento calentito en mi espalda,
si compadre sóplele ahí, el caballo ha de traer una basura en la oreja, pos ándele
que me quedo inmóvil, abrí los ojos, pero sin voltearla a ver, sí pues, sé que
no se puede ver en la oscuridad, pero es un decir nada más, fue así que me puse
a pensar qué ocurría con la Concha, siempre andaba con sus cansancios y nada de
nada, a lo que yo tenía que recurrir a la ayuda de mi diestra, si compadre
Lucas, ya le había dicho que es polvo lo que llevamos de carga en los caballos,
no compadre, no se preocupe por el potrillo que le presté aguanta ese peso y
más, me hice el dormido y hasta fingí un ronquido a ver que se le ocurría hacer
a su comadre, acuérdese lo que nos dijo el patrón, dejan la carga y se
devuelven pronto, no compadre no hay tiempo de llegar a platicarlo en una
cantina, mejor sígale que el caballo aún no le agarra confianza a usted, no
vaya a ser que lo tire con todo y costales, me empezó a rascar con una uña el
grano que tengo en la espalda, pero lo hacía con cariñito, si, así hágalo compadre,
trote con suavidad, para que el bruto no se aloque y vaya aventar los bultos,
después se fue más abajo y con sus dos manos me agarró las ancas, pero lo hizo
encajando las zarpas, yo roncaba más fuerte, sígale de esa manera compadre Lucas,
como yo le enseñé, como cuando éramos muchachos y nos escondíamos entre los
huizaches, aquella vez que nos robamos las mulas de Treviño, ya lo tiene domado
compadre demuestre su hombría jale las riendas para que lo vaya conociendo, ¿ya
ve? Ya sometió al alazán, en eso estaba la condenada Concha, fíjese que sus
manos son rasposas, no, las manos de su comadre, luego me tomó por la culata y se
me fue acercando lentamente poniendo su piel sobre mi espalda, ¡agáchate
compadre! Por poco y esa rama se te
embrolla en el cogote, quise voltearme y
que me sintiera de frente, pos ya estaba más listo que nada, pero mejor opté por
seguir haciéndole a la roncada y dejar a la Concha a ver hasta donde llegaba,
le juro compa que ya no aguantaba tanta motivación y traté de no pensar, es
más, me puse a pensar mejor en usted, en su forma de montar, en el modo de
echar los bultos sobre el potrillo, en sus gestos cuando se bebe la botella de
mezcal, en la fuerza con que jala los bueyes… ¡ay! Compa Lucas, si yo le
contara todo lo que tuvo que inventar mi mente para que la Concha no hiciera de
las suyas tan pronto, no compa cómo cree, cómo se le ocurre que yo quisiera
hacer eso, nunca de los nunca me atrevería, ¿por qué? Pos no, esa no es mi
línea, ya sé que no nos tardamos pero mejor le seguimos, ya sé que nadie pasa
por aquí a estas horas, nunca creí que me propusiera eso compadrito, mire mejor
para el siguiente viaje lo pensamos con calma y lo podemos planear y a lo mejor
me animo sin que se den cuenta las comadres y menos el patrón, yo ya estaba en
las últimas con mi mujer y ya sabe de esas oportunidades no hay diario, casi
nunca pues, pos si ya sé que de estas oportunidades tampoco hay seguido sabrá
Dios cuando nos irán a mandar otra vez con carga, pero es que no me animo
compa, usted entiende ¿no? Es que jamás le he entrado a estos asuntos y no crea
que nunca me lo han propuesto, si para eso tengo suerte, hasta eso que sí, y ándele
pues que me le volteó a la Concha y ya sabrá usted…si me vuelve a insistir
compa, chance y me animo, y ya no hay que hacerse para atrás, ¡órale pues,
compadre Lucas!, si ya andamos en esto que el recuerdo de la Concha y de la
noche intensa de ayer me den el valor de hacerlo, bájese y acomódese para irle
dando antes que anochezca o que pase alguien y nos descubra, que sea lo que
Dios diga y que éste sea nuestro secreto para siempre; pos que le digo a su
comadre, acomódate bien Concha, échale compa agáchate para que te quepan más,
sí ándale así, para que no sientas tanto dolor, no Concha no te voltees esa
posición me gusta, enderézate tantito compa estás muy torcido sube un poco
después te va doler el lomo, ándale deja te los acomodo con cuidado, eso Concha
eso, métele ritmo, no compa para que quieres tantos, de a poco mejor, hay
tiempo, ya andamos en esto ya ni para que darnos prisa, al fin a esta hora no
pasa nadie, si Concha, sí, ya quería hacerlo desde tiempo, sí compa, vamos bien,
vamos bien, ¿qué le gusta mi empuje? Claro así soy de entrón, hay Conchita de
mi vida tanto tiempo sin ti ya me tenías olvidado, no, no es reproche es
pasión, con ganas compita no falta mucho, mira con qué facilidad lo hacemos de
haber sabido antes me animo desde el primer viaje, Concha, Conchita, Conchititita,
ya compita ya estuvo, ahora hay que darnos mutuamente para que surja el efecto,
y vamos dándole antes que me enfríe, no aún no, tú síguele Concha yo te aviso, no,
no así está bien Conchita acelérale tantito, nomas tantito, uno y uno compa para
que no se sienta ¡ah no le saque! menos fuerte compadrito la tiene pesada ¿eh?,
si un poco menos, tampoco se mande ándele compa sigo yo para que vea lo que se
siente, no, no me estoy cobrando en eso quedamos, así, sí así Concha, ya casi,
sí compa, échale compa, ¿qué Concha qué? pos muévela concha suave pero no tan
suave, Concha, ay Concha, no sabes cuánto me hacías falta tú, Concha, si compa
dame más unos cuantos más, usted échele ya ni siento nada, sí mi vida sí, ya
casi, Concha, ya casi, compa, déjeme respirar ya se está pasando de fuerza, déjeme
darle ahora yo, no mejor así sígale, no, sólo unos cuantos más y ya no voy
aguantar, sí Concha, sí, ya casi no aguanto, sí, sí compa, echa más fuerte para
ya terminar con esto que me está ¡matando! ¡Ay! Concha muévela concha muévela,
sí la cadera, ¡ya! ya compa, ya compa, ¡ya estuvo! ya Concha, ya…ya compa…ay Conchita…
ay compita te pasaste, quedé bien cansado, ¿qué si quedé igual de cansado que con
la Concha? Pos no tanto como ahora, pero no te hagas el dormido como la Concha se
hizo, órale vámonos, me dejaste bien amolado compa Lucas, ni puedo caminar, ¿a
poco si te cansaste de tanto?, si el jodido fui yo, me diste más tu a mí que yo
a ti. Ándale compadre Lucas, vamos escondiendo
la carga con yerbas, para irnos al pueblo a declarar el robo y la golpiza.